sábado, agosto 25

Aunque tu no lo sepas

Desde que mi papá se fue, se me ha hecho difícil ver sus fotos. Leer las nueve cartas guardadas. Ir todos los domingos al cementerio. Comprar flores. Poner velas. Rezar por las noches.

Se me ha hecho difícil cada día del padre. Cada navidad. Cada feriado. Semana Santa. Día de Playa. Paseo en familia. Cada vez que miro a Madia. Cada vez que imagino su cariño por ella.

Se me ha hecho, muy difícil, hablar del tema en público. Controlarme cuando tomo. Cuando quiero llorar. Cuando hablan de él. Cuando mencionan su nombre. Cuando veo sus cosas.

Nunca será cómodo conversar con tu papá a través de una foto. De una luna. De una lápida. O buscarlo en el cielo. Pensar que es alguna estrella. Imaginar que está a tu lado. Tener fe que te cuida. Mirar videos y encontrarlo. Solo ahí. Eso es lo más cerca. Aceptarlo. Querer escucharlo. Buscar un abrazo. Un consejo. Imaginar que te diría en una situación.

Nunca va dejar de ser difícil. Nunca cuando se trate de él. Siempre lo voy a recordar. Nunca voy a poder dejar de hablar de él. De lo bueno que fe. El mejor papá. El mejor amigo. Siempre estará presente en cada situación. En cada momento. Siempre buscaré la forma de hablarle. Despacio. A lo lejos. Aunque duela.  Aunque quizá, el, no lo sepa.