miércoles, noviembre 17

Y por si preguntas.

Y si me preguntas, te respondo. Si no te respondo, vuelves a preguntar. Y si me preguntas, me pregunto varias veces con que coraje, con que curiosidad, con que reclamo sutil, con qué. Y escucho, y analizo y vuelvo a preguntar. Y me acuerdo, y cuento el tiempo y pienso en hace un mes y entonces pasa que ya no quiero responder o si, quizá sí, quizá quiera responder con la verdad. Y cuando respondo, me pregunto si algo será capaz de cambiar algo o si algo raro va pasar después. Y entonces dijo que al carajo con todo, si algo he aprendido es no a vivir pensando en que va ser de mañana o pasado, el día que vives es el día y solo eso debe importar. Y entonces, ya no pienso más y te respondo con coraje, aquel que a ti una vez te falto.

jueves, noviembre 4

Tururu.

Al grano. Siempre cuando escribo, lo hago en muchísimas hojas, tiempo y rodeos. Es como cuando hablo y me enredo porque termino hablando de muchas cosas, empiezo con manzanas y termino hablando de colores o que se yo. Hablo, hablo y hablo. No escucho, solamente hablo. Aunque ya casi un mes vengo escuchando y ya no hablo porque ya me llegó y no quiero hablar más. Voy a escribir.

La historia del saca vueltero, es una historia que me han propuesto mis amigas que escriba. No se trata de un “ente” en especial, es una historia en la que todas las mujeres nos vemos sumergidas en algún momento de nuestras vidas porque estos chicos suelen llegar sutiles y callados, sin hacer ruido. Llegan como llegan y se van como llegaron.

Son felices siempre y las que hemos sido víctimas nos damos cuenta que de verdad fue lo mejor que nos pudo pasar porque, al menos la mayoría de nosotras, consideramos que fue la manera más práctica de zafarnos de algo que ya no estaba funcionando. El pretexto más bueno, la lavada de manos más efectiva y la conciencia más tranquila que nunca.

Bueno, lo último es sarcasmo.

Mi historia no es diferente. Es la primera vez que me paso y la primera vez que me reí y me pareció cojonudo experimentar la frase de “con un pendejo no pidas exclusividad”. Termine con mi enamorado y a los dos días oh sorpresa, un ente se asomaba o y ase había asomado hace mucho tiempo. Una chica “x” que le decía amor y no sé cuantas cosas más. Ya no sé si fui la otra, la actual o desde cuando se intercambiaron los papeles y ella pasó a mi lugar. Es una consecuencia lógica de llevar una relación a distancia. Es una consecuencia lógica de la existencia de las chicas putas que no saben contar, de esas que no saben que un relación se respeta y en fin, el sexo el alcohol el que se yo, las hace brincar.

Así fue, así va quedar escrito y con ese recuerdo me voy a quedar. Lo último, es lo más triste. Oh que pena.

Y de esos muchachos asechan siempre la vida de la mayoría de las mujeres. Se acercan a ti, en el momento justo y depacio. Hace poco renació de nuevo un tipo al que no veía hace año y medio, al que conozco como la palma de mi mano, del que se que es un pendejo completo y que no es estable para nada, ludópata y al que quise alguna vez no pensando en para siempre. Lamentablemente cuando conoces mucho algo sabes lo que viene y con la experiencia anexada es mejor el paso a lado y dejar que las cosas pasen, relajado. El cómplice perfecto, con el que sueño encontrar algún día, espero esté bien ahora viviendo la vida feliz y cuando lo encuentre ya no esté dentro del grupo de los famosos estúpidos, estúpidos saca vuelteros.

Tengo muchas historias, muchas. La de mi mejor amiga a quien le vieron la cara durante cinco meses. Aquí el papel fue de la famosa ex. Esa que se aferra y nunca deja de estar presente. Leeran infiel casi todos los días, el tipo vivía una vida duplicada y vaya que la sabia vivir. Luego cuando ella se dio cuenta, le afecto muchísimo y el abandono la acogió en sus brazos. Sin embargo, llegamos todas al rescate.

Tengo otra historia. Susana, una de mis mejores amigas. Cuando tuvo 16 su enamorado besó a su mejor amiga y yo se lo conté. Al menos alguna ves en mi vida tuve la dicha de desenmascarar a un tipo conchudo cara dura y me hace feliz.

Y la trágica. Luego de unas semanas de haberme pasado lo que acabo de contar fui a un bar genial que últimamente me está gustando mucho, Tributo. Fui con una amiga nada mas, tomamos cervezas y conversamos de la vida y sus mierdas. De los enanos feroces y de las chicas putas. De los afanes, de los idiotas, de medicina y un poco de derecho. Lo más trágico fue levantar la mirada y ver en el segundo piso a un chico, enamorado de una conocida, con una tipa besándose. Yo juraba que eran enamorados pero luego me di cuenta que no podía ser porque el ya tenía enamorado a menos que sea un amor compartido, que últimamente está de moda. Me puso triste porque supuse que ella estaba en su casa pensando en el , en las cosas, en el tiempo y el estaba feliz dándole besos en la boca y en el cuello a una chica no se si puta, pero algo así. Todo Trujillo sabe de la existencia sentimental de aquella pareja y suponía que ella también pero asi son, las puentes colgantes jaja, como las llamo yo.

Y la vida es eso, la vida es una vuelta, la vida es una mentira y la vida es la vida desde donde queramos mirarla. De lo que estoy segura es que pocos tienen la madurez suficiente para querer compartir su vida exclusivamente con una persona. Y no me refiero a lo exclusivo de posesivo, de querer estar cada segundo con tu chico y besarlo por obligación. Me refiero a esa manera de aunque, por ejemplo, dormir en camas separadas y tener gustos diferentes saber que nunca dejarías que una tipa se burle de la persona que mas “quieres” o que ha tenido más consideración contigo. Si sabes que no eres feliz, supéralo y déjalo. Nada es para siempre. El amor es relativo. Y la vida, la vida también.

Chau.